Amilcar es de la provincia de Chiriquí pero vive en la capital de Panamá. Estudia administración de empresas y trabaja en una planta de producción alimentaria. Desde los 19 años cotiza para su pensión y hasta ahora lleva 72 cuotas (un aproximado de 58 mil dólares) de las 240 que necesita para jubilarse.
En Panamá, los hombres se jubilan a los 62 y las mujeres a los 57. Si un trabajador cumple la edad pero no las cuotas, no se puede jubilar, y viceversa. “Hay dos sistemas: Si no eres asalariado, tienes que ir al Ministerio de Salud y pagas un menor costo. Pero si laboras y pagas cuotas al seguro, tienes derecho al sistema médico, el cual se llama Caja del Seguro Social”, explica.
A Amilcar le descuentan el 10% cada quincena para su pensión. “Yo tengo un salario base e ingresos por horas extras y eso aumenta al salario bruto al final de la quincena y el descuento de mis aportaciones. Quincenalmente me descuentan 50 dólares y mi salario base es de aproximadamente 900 dólares al mes”, agrega.
Una vez jubilado, la pensión se calcula con los últimos salarios del empleado y los trabajadores pueden recibir un 60% de su antiguo sueldo. Amilcar aspira a incrementar su sueldo y mantenerlo para tener una buena jubilación.
Los jubilados tienen derecho a descuentos en restaurantes, medicinas y reciben un bono al final del año. También hay jubilados que siguen trabajando. Amilcar menciona que hay profesores de 70 años con tres trabajos que no les dan espacio a nuevas generaciones para cubrir las plazas.
“A los jóvenes nos pega más el sistema de jubilación actual como está estipulado porque si hubiese sido años atrás cuando empecé a cotizar, me hubiese tocado jubilarme con el 100% pero muchas cosas cambiaron para la Caja del Seguro Social. Hicieron correcciones, aumentaron la cantidad de edad. A mí me tocaría en 32 años pero no sé qué vaya a pasar en 32 años”, concluye.