La pesadilla de Daniel Santoyo, un trabajador de la empresa de Teléfonos de México (Telmex), comenzó cuando quiso cambiarse de afore, pero no pudo.
“Yo me quería cambiar de una afore a otra y resulta que estaba en una afore que desconocía”, dice. Hace tres años traspasaron sin su consentimiento la cuenta de su afore de Banorte XXI a Profuturo.
Cuando intentó hacer el cambio, trató de registrar sus datos biométricos, pero le dijeron que alguien más ya había llenado su expediente electrónico con unas huellas que no eran suyas. Su expediente electrónico había sido integrado sin su consentimiento y sus ahorros para el retiro estaban en la afore Profuturo.
En México esta práctica, conocida como traspaso indebido, sigue sucediendo sin importar las reformas que la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) ha hecho, como el registro de expedientes electrónicos con datos biométricos, que contienen huellas digitales, grabación de video y voz de los titulares de las cuentas de ahorro.
Con todo y los candados digitales impuestos desde hace más de cuatro años, la promesa de eliminar “sin lugar a dudas” los traspasos indebidos que hizo Carlos Marmolejo en diciembre del 2015, cuando era vicepresidente de Operaciones de la comisión, sigue sin cumplirse pues los traspasos de clientes sin su permiso o bajo engaños son una práctica que sigue ocurriendo.
Un reporte de la Consar, obtenido vía transparencia para el proyecto A dónde va mi pensión, da cuenta de que en los últimos cuatro años, diez de las once administradoras del dinero de retiro de los trabajadores en este país han recibido 134 sanciones por ello, mientras que la Comisión Nacional de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha atendido 770 reclamaciones de usuarios de todas las administradoras en ese tiempo.
Jesús David Chávez Ugalde, director de Análisis y Estadística de Productos y Servicios Financieros de la Condusef, afirma que la migración de expedientes no está completa y que esto podría facilitar la suplantación de identidad para llevar a cabo esta mala práctica porque cuando se traspasa una cuenta, la afore que la recibe debe de generar un expediente electrónico y si no se tiene la autorización, como en el caso de Daniel Santoyo, se ingresan datos falsos.
La Consar indicó recientemente que de 68 millones de cuentas administradas por las afores, poco más de 27 millones tienen un expediente electrónico.
Del papel a lo digital
Antes del 2016, traspasar clientes entre afores parecía un juego de niños. Agentes de ventas entrevistados para este reportaje, cuentan que en ese entonces registraban los traspasos en papeles, lo que hacía difícil comprobar que los datos ingresados al sistema eran falsos.
Para cambiar a una persona de un afore a otra sólo necesitaban una copia de la identificación del cliente para traspasarlo, meter un comprobante de domicilio en el que se desglosara una dirección de casa o residencia, y falsificar la firma.
Este procedimiento se llama traspaso indebido y es la propia Consar quien lo define así en su página de internet, como un procedimiento en el que la cuenta de un trabajador es traspasada sin su consentimiento.
“Realmente no había un proceso formal y parecería algo muy sencillo y entonces ya te llevaban a otra (afore), a lo mejor, sin tu consentimiento, porque tú ni siquiera habías firmado”, afirma Jesús David Chávez Ugalde, director de Análisis y Estadística de Productos y Servicios Financieros de la Condusef.
Esto cambió con la llegada de los expedientes electrónicos en marzo del 2015, cuando las afores comenzaron a migrar los expedientes de sus clientes del papel a lo digital, con el registro de foto y la Clave Única de Registro de Población (CURP).
Para mayo del 2016 la Consar puso en marcha la recolección de datos biométricos. A partir de entonces si un cliente quiere realizar trámites, como los traspasos, debe de mostrar el registro de todas las huellas digitales de sus manos, toma de fotografías, audio y video donde el trabajador aseguraba que él y no otra persona requiere y autoriza que su cuenta se traspase a otra afore.
Para este procedimiento, descrito en la página oficial de la Consar, se señala que además la afore que recibe la cuenta es la que debe hacer este trámite y tiene que darle al trabajador un documento llamado solicitud de traspaso en el que estén esos datos.
Carlos Ramírez, en ese entonces el titular de la Consar, dijo que con esta medida buscaban reducir cada año los traspasos indebidos hasta en un 25 por ciento, de acuerdo con reportes de prensa.
En 2015, cuando comenzó el proceso de digitalización, la Condusef recibió hasta 827 de estas quejas de usuarios de las afores por traspasos indebidos, según indica el anuario estadístico de la comisión para ese año.
También el vicepresidente de operaciones de la Consar prometió que este tipo de movimientos irregulares se eliminarían pues con la recolección de datos biométricos de los usuarios se daría “plena certeza de que es el trabajador el que está tomando la decisión de cambiarse de una afore y no su agente promotor”, dijo el funcionario y estimó que el cambio hacia lo digital tardaría 10 años.
A casi cinco años de que iniciara este proceso, sólo 27 millones de usuarios de más de 68 millones han migrado sus expedientes del papel a lo digital. Así lo informó la Consar en un comunicado, en donde se puede constatar que el 40 por ciento del total de las cuentas tiene un expediente electrónico.
Si bien las reclamaciones ante la Condusef por esta acción sí han disminuido de 2016, cuando se reportaron 321 reclamaciones, a 2019, en donde se registraron al menos 139, no se han erradicado, de acuerdo con información proporcionada por la comisión para este reportaje.
Afore Inbursa, la ganadora de los traspasos indebidos
Desde 2016, diez de las once administradoras del fondo de retiro para los trabajadores han traspasado de forma indebida a sus clientes, pero hay una que destaca por el número de multas que tiene: Afore Inbursa. Tan sólo ella ha sido acreedora del 29 por ciento de todas las sanciones emitidas por la Consar en ese lapso de tiempo.
Durante esos años no ha logrado elevar el número de clientes a los que les administra su fondo de retiro por encima del dos por ciento.
El año en el que más sanciones recibió por traspasar cuentas de sus clientes de forma indebida fue el 2016, cuando recibió 32 sanciones por parte de la comisión.
Sanciones de la Consar a las afores por traspasos indebidos
Además de esta afore, hay otras dos que en conjunto suman el 31 por ciento de las multas restantes: Afore Invercap y Afore XXI Banorte.
La primera de ellas recibió 21 sanciones por este tipo de traspasos, equivalentes al 16 por ciento del total de sanciones de 2016 al 2020. En todo ese tiempo no superó el 5 por ciento del total de cuentas administradas.
En contraste, Afore XXI Banorte, una de las administradoras que logró acaparar hasta el 31 por ciento del total de cuentas administradas en los últimos cuatro años, recibió 20 sanciones, equivalentes al 15 por ciento del total.
Daniel Santoyo, un trabajador de Telmex, tenía su cuenta de ahorro para el retiro en esta afore desde hace más de diez años.
Cuando se registró entregó los papeles que le pidieron pues todavía no existían los expedientes electrónicos. En 2017, cuando trató de cambiar sus ahorros a otra afore, le dijeron que ya tenía un expediente electrónico conformado con todos sus datos y con unas huellas dactilares. Además, le informaron que su cuenta ya estaba en otra afore.
“Todos los datos estaban correctos, tenían mi credencial de elector. Tenían toda la papelería. (...) Yo les decía que por qué tenían toda mi papelería y ellos me decían que porque yo me había cambiado”, afirma.
La afore Profuturo tenía sus ahorros para el retiro, un expediente con todos sus datos personales y unas huellas apócrifas que sirvieron para integrar un archivo con sus datos biométricos y así hacer el cambio sin su permiso.
¿Por qué todavía se puede hacer y cómo se hace?
En el 2016, cuando arrancó la migración del papel a lo digital, la Condusef llegó a atender hasta 321 reclamaciones de usuarios por traspasos indebidos y para el 2019, el número de reclamaciones bajó a 139.
Los traspasos indebidos siguen sucediendo porque no todas las cuentas de afore tienen un expediente electrónico. Prueba de ello es que para 2020 se habían digitalizado 27 millones de expedientes de las más de 68 millones de cuentas.
Esto podría abrir una puerta para la falsificación de datos porque para que un asesor cambie de una afore a otra a un cliente, necesita ingresar al sistema un expediente electrónico y generar los datos biométricos que se piden, como huellas, fotografías, un video y una firma.
La suplantación de identidad sí puede suceder porque “si no hay un expediente electrónico, (la afore receptora) lo tiene que integrar”, reconoce el director de Análisis y Estadística de Productos y Servicios Financieros de la Condusef, Jesús David Chávez Ugalde.
“Es más difícil porque se necesitan las huellas, pero podría ser que un agente promotor utilice otras huellas para poder hacer el trámite”, cuenta Iván Cordoba Velázquez, un agente promotor de Inbursa en entrevista.
Si no hago un trámite no me entero
Hace tres años traspasaron la cuenta de afore de Daniel Santoyo, un trabajador de Telmex, de Banorte XXI a Profuturo y si no hubiera intentado cambiar su cuenta a otra afore no lo habría notado.
Al tratar de regresar sus ahorros del retiro a la afore de Banorte, en Profuturo le dijeron que tendría que esperar al menos un año para poder hacerlo. Y es que cuando una cuenta es trasladada de una afore a otra, su titular debe de esperar al menos ese tiempo si quiere volver a cambiarse a otra afore. Este candado, más los trámites que tuvo que realizar para volver a su afore tardaron tres años.
A pesar de lo tardado que fue este proceso para Daniel Santoyo, él decidió no interponer una denuncia ante la Condusef. Conocidos le dijeron que era mejor resolverlo por otra vía porque él ya estaba próximo a jubilarse, pues lleva 32 años laborando para Telmex.
“Yo estaba muy próximo a la jubilación. Si yo metía una denuncia o algo, estos trámites se van a largo plazo. No era rápido. Me decían: probablemente hasta te vayan a pagar lo de tu jubilación, mejor no lo hagas”, cuenta.
Daniel tuvo que hacer un trámite para darse cuenta que su afore no estaba donde tenía que estar. “Tienes que hacer un procedimiento para que te puedas dar cuenta, si no lo haces nunca te vas a dar cuenta hasta ya después”.
Para cambiar su cuenta de retiro de una afore a otra, un trabajador debe de esperar cuando menos un año en la afore a la que se inscribió. Esta regla tiene una excepción, pues cuando el trabajador ya se ha traspasado antes y quiere volver a hacer un traspaso en un lapso menor a doce meses, tiene que demostrar que la afore a la que quiere trasladar su cuenta le dará mejores rendimientos.
La retención de cuentas por parte de ciertas afores fue detectada por la Cofece y en 2017 el pleno de esa comisión determinó que tanto Profuturo GNP, como Afore Sura, Afore XXI Banorte y Principal Afore realizaron prácticas monopólicas al llegar a acuerdos para que las cuentas de los trabajadores que estaban registradas en ellas no se traspasaran.
“Entre noviembre de 2012 y junio de 2014, directores generales y directores de operaciones de las Afores sancionadas celebraron convenios para reducir el traspaso de cuentas entre ellas, estableciendo montos máximos de traspasos semanales que variaban dependiendo del acuerdo. Con esta acción disminuían la competencia”, explicó en un comunicado la comisión.
La Cofece sancionó a las cuatro afores y a 11 personas físicas con una multa de mil 100 millones de pesos. Sin embargo sólo Principal Afore pagó 75 millones de pesos.
Las tres afores restantes iniciaron juicios de amparo para evitar que se difundiera el resultado al que llegó la comisión de la Cofece y para que la multa fuera reconsiderada.
Un juez otorgó un amparo a Sura en contra de un apartado de la sentencia en donde se le niega el beneficio de la reducción de sanciones y ordena analizar si se le otorga el este beneficio. Esta resolución escaló hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en donde se decidió de manera definitiva revocar esta sentencia y quitar el amparo otorgado.
El pasado semestre, la Suprema Corte de Justicia de la Nación le negó a Sura el amparo para que en el dictamen de la Cofece, donde aparecía el nombre de esta Afore, fuera clasificado como reservado.
“Quería sacar dinero de mi afore por la pandemia, pero no pude”
Claudia Téllez Pérez dejó de dar clases de regularización a estudiantes de primaria por la pandemia de coronavirus. Para compensar la falta de este ingreso, la pedagoga mexicana trató de sacar dinero de su fondo de retiro por desempleo, pero no pudo hacerlo.
Para la manutención de sus dos hijas, Claudia y su esposo se vieron “apretados” con el dinero de las cuentas y aunque su pareja provee la mayor parte de los insumos necesarios, Claudia también cooperaba con compras para sus dos hijas, el pago de los servicios de su auto, entre otras cosas.
“Con esto ahorita yo me quedé detenida, y dije: a lo mejor con esto que me dan de la afore no mis gastos que tenía antes, pero sí ir al súper, traer cosas suficientes para la semana”, asegura la pedagoga.
Su cuenta, la misma que había dado de alta en Afore Banorte XXI más de 15 años atrás, había sido transferida sin su autorización a la Afore Coppel.
En agosto Claudia trató de retirar dinero de su afore, pero al tratar de hacerlo, Banorte XXI, la afore donde había cotizado desde el 2005, le indicó que su cuenta de ahorro para el retiro ya no estaba allí.
“¿Cómo es posible? No, yo no hice ningún cambio”, cuenta. Claudia llamó en agosto a los números de servicio de Banorte. “Tu afore no está con nosotros”, fue la respuesta que los asesores telefónicos de esa administradora le dieron.
Ella buscó su cuenta en el sistema de la Consar y vio que estaba en Coppel, pero al hablar al corporativo se encontró con que no estaba registrada allí tampoco.
“Hablas y te contesta el conmutador y a ver cuántos años tardan en pasarte a los dichosos ejecutivos y ahí te quedas”, lamenta Claudia y dice que por ahora no irá al corporativo en persona por la pandemia.
Los traspasos indebidos afectan a los trabajadores porque si trasladan su dinero a una afore con menor rendimiento o con una comisión más alta, sus ahorros serán menos.
“Tiene implicaciones porque pudiera disminuir tu tasa de reemplazo al momento de que te vas a retirar y eso sí tiene implicaciones en tu bolsillo”, afirma Chávez Ugalde, director de Análisis y Estadística de Productos y Servicios Financieros de la Condusef.
¿Cómo evitar que me pase?
Las afores deben de mandar al menos tres veces al año sus estados de cuenta a los usuarios, pues así lo dicta la ley. Esta es una forma de darle seguimiento a los ahorros generados en las cuentas.
Para ubicar dónde están esos ahorros la Consar tiene una página, en donde los trabajadores sólo necesitan ingresar su número de seguridad social y un correo para que se les mande un oficio con el nombre de la afore en la que está su cuenta de ahorro.
Para evitar que un promotor de ventas cambie a los usuarios bajo engaños, como comisiones más altas de las que realmente son, es necesario que las personas se tomen un tiempo para informarse sobre qué les ofrece cada afore y así tomar la mejor decisión: “No necesitas hacer las cosas ese día, nada más pensarlo. La recomendación es: me ofreces un mejor rendimiento, pues dame chance y lo checo”, recomienda Jesús David Chávez Ugalde, director de Análisis y Estadística de Productos y Servicios Financieros de la Condusef.
Los trabajadores pueden saber el rendimiento de cada afore en esta página de la Consar. También pueden informarse sobre las comisiones anuales que generan así como sobre las reclamaciones y multas que tienen ante la Condusef en esta página. O bien, pueden llamar a los teléfonos de las instituciones para una asesoría.